Kate POV
Cuando el auto del abuelo se estaciono supe que habíamos llegado. En todo el viaje estuve conversando con Nessie y ella no parecía muy interesada. Renesmee estaba muy preocupada por la idea de salir del auto y enfrentarse a las compras, cosa que no entendía. Jacob, el novio de Nessie, estaba igual. Yo en cambio estaba feliz. Jamás me habían llevado de compras. Era la menos consentida por mi padre, Joham, el me odiaba. Pocas veces vi a mis hermanas, Adelia, Jeannette, Rosalinda y Ayelen, y a mi hermano, Nahuel, pero esa parte de la historia no se la quería contar a mi nueva familia. Según Nahuel, Joham me odiaba por haber matado a mi madre, ya que mi padre la amaba de verdad. Aunque me fuera difícil debía olvidarlos a todos, a mis hermanas, a mi difunto padre, a Nahuel y a su tía que era la única vampira que había conocido que me trataba bien. Los Cullen eran mi nueva familia y nada ni nadie me alejarían de ellos. Baje del auto con cuidado ya que aun estaba envuelta en mis pensamientos.
-Vamos chicas que no tenemos toda la eternidad-dijo tía Alice-vamos, que conozco las mejores tiendas.
-Tranquilízate Alice-dijo Jacob mientras ayudaba a bajar a Nessie.
Tía Alice se encamino hacia la primera tienda, entonces Nessie me toco el brazo y me dijo:
Ahora comienza la tortura.
Yo puse mala cara ya que nunca me habían llevado de compras y debía ser genial.
Entramos a una tienda llamada "Crisis" donde había montones de ropa. Debió pasar un minuto largo y cuando voltee para ver a mis tías, Alice ya tenía montones de ropa en ambos brazos y venia corriendo a velocidad humana hacia mí. Al ver esa tremenda cantidad de ropa pensé que sería la única tienda que visitaríamos aunque tía Rose ya le estaba probando ropa a Ness e insultando Jacob.
-Tía Alice ¿que es esto?-dije sin ganas.
-Vamos al cambiador-dijo empujándome.
Me hizo probarme 34 pantalones de jean, 11 de jogin, 40 camisetas y 14 pares de zapatos y zapatillas. Era una tortura. Ahora entendía el miedo de mi hermana y su novio. Cuando salimos de "Crisis" nos encaminamos hacia otra tienda a pesar de que Jake llevaba como 30 bolsas.
-¡¿Aun hay que comprar mas?!-pregunte asombrada.
Mi hermana me dio la mano y me empezó a mostrar sus recuerdos de otras excusiones de compras. Y yo quede enshock ¿Cómo una persona podía ser tan obsesiva con las compras? Aun no lo sabía. Solo sabía que me esperaban horas probándome ropa por montón…
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